La runa es un símbolo y como tal una emanación de energía que puede movernos emocional y mentalmente. Según la tradición, las runas tienen un sentido espiritual, que encamina hacia un sendero de vida o de evolución, pero también, según su ámbito de acción, refiere a las armas espirituales con las que puede contar el consultante. Según el significado de la runa, ella atrae para los practicantes, un tipo de energía.
Pero debemos aclarar que las runas no se crearon para predecir el futuro, ya que en la cultura en que se gestaron no se creía en la predestinación. Cuando son utilizadas por el vitki (o lector de runas), nos ayudan a conectar nuestro inconsciente para recuperar la sintonía con el cosmos y volver a sentir y vivir de forma armónica; es decir, nos ayudan a ver nuestro propios problemas e incluso nuestros propios sentimientos desde una perspectiva de crecimiento interno y autosuperación.
Los sistemas oraculares son los vehículos hacia esa comunicación primordial y han estado presentes y han guiado al hombre desde todos lo tiempos. A veces un suceso insignificante es reconocido por los expertos como una señal correcta y oportuna que guía a quien consulta en la dirección más apropiada. Consultar el oráculo comienza por el presente. Para muchos tomar consciencia del verdadero presente es extremadamente difícil dado que la mayoría de las veces desperdiciamos gran parte de nuestras vidas en lamentar lo sucedido (el pasado) o fantasear sobre el futuro. Nada requiere tanto trabajo como aprender a tomar consciencia de sí, ya que es más fácil ver hacia fuera, hacia los lados y hacia atrás, pero no a uno mismo, de no ser un espejo. Al igual que el Tarot, las runas pueden ser ese espejo.
¿Cuántas veces no te has descubierto a ti mismo pensando en una infinidad de cosas mientras el mundo pasa ante tus ojos sin que tú te percates de ello? ¿Cuántas veces encuentras que tu mente vuela al pasado o al futuro sin que la puedas controlar?
Lo ideal es vivir el aquí y ahora, el verdadero presente. Darse cuenta es el principio. En la vida del espíritu, estamos siempre al comienzo y no hay mejor momento que el presente, ni mejor lugar que éste para tomar el control sobre nuestra vida. A eso nos ayudan las señales y las runas pueden ser las mejores aliadas.
La interpretación de las runas está vinculada a tres contextos fundamentales: Uno es el contexto cultural del sistema rúnico; el otro el contexto del tema de la consulta hecha al oráculo y el tercero está vinculado a la persona misma que consulta.
Contexto cultural de la Runas
El sistema rúnico fue concebido sobre la base de la religión étnica pagana del Norte de Europa, y es difícil poder comprenderlo fuera de ese contexto. No se trata de evocar o inculcar valores religiosos, sino de establecer un basamento cultural necesario para comprender y sintonizarse con los significados de las runas. No es viable utilizar las runas exitosamente sin tener conocimientos, al menos elementales, respecto a la tradición donde se originó.
Las runas son parte de la herencia de un pueblo cuya tradición guió los destinos del mundo antiguo, se mantuvo en los valores reinantes en la Europa de la Edad Media y pervive en el inconsciente colectivo aun en nuestros días. De esta herencia depende una determinada manera de ver el mundo, las situaciones, las personas y todas las cosas. Para los europeos, y sus descendientes, llegar a comprender el I Ching implica un mayor grado de dificultad que lo que representa para los propios chinos. De la misma forma, las Runas, inmersas en la memoria de los pueblos europeos y sus descendientes, son de más fácil comprensión para occidente. Esto sucede porque el I Ching y las Runas, son parte de códigos culturales diferentes y bien definidos.
Contexto del tema de consulta
Cada runa se vincula a una serie de ideas afines. Obviamente no podemos aplicar todas ellas en cada pregunta formulada, pero sí es viable relacionar dichos contenidos con el tema y entorno de la pregunta. Es preciso hacer una interpretación de la runa comprensiva, amplia y de ser posible intuitiva; es decir, donde juegue un papel importante nuestra sensibilidad a las metáforas que cada runa envuelve.
En la medida en que se formula claramente una pregunta, aumenta nuestra capacidad de penetrar en la respuesta. En la medida en que quien consulta expresa más claramente sus dudas y necesidades, estaremos en mayor capacidad de brindarle ayuda y consejo, pues estaremos también en mayor sintonía con las implicaciones del problema y podremos discernir, y sentir con más claridad. Obsérvese que he dicho discernir, pues hay un nivel racional, de sentido común, que nos ubica en la temática contextual; pero también un sentir, como capacidad de ser sensible a las posibles asociaciones y evocaciones para fluir con ellas, inspirados por las runas. En este punto, ya estamos tocando el terreno del tercer contexto: el personal.
Contexto personal de quien realiza la consulta
Hay personas a quienes se les hace más fácil que a otros el uso de las runas. No hay duda de que cada quien tiene diferentes talentos y estos nos permite realizar sin esfuerzo aquello que a otros les toma mucho tiempo y trabajo. Entre esos talentos está la intuición. En el caso de las runas, la intuición se pone de manifiesto en la capacidad de interpretarlas creativamente, de encontrar la relación entre su significado y la situación que se consulta, de visualizar la aplicación de sus metáforas en cada tema consultado.
En todo caso, un mensaje rúnico, al igual que las cartas del tarot, la carta astral, el informe numerológico, etc., tiene casi tantas lecturas posibles, como intérpretes. Todo depende de la óptica del profesional, de su formación, de su posibilidad de asociar acontecimientos y significados, de su experiencia y sentido intuitivo. En pocas palabras, la interpretación del mensaje es siempre una cuestión de percepción. Siendo más un arte que una ciencia, cada profesional prioriza y relaciona los mensajes según su visión particular de la vida, sus propias vivencias y su formación.
En tal sentido, es necesario estar conscientes de nuestra subjetividad y no permitir que intervengan juicios de valor ni adaptaciones caprichosas que, en nuestra interpretación de la runa, sólo consiguen desviar y desvirtuar los resultados.
En las próximas entradas iremos hablando de cada runa para tener un conocimiento amplio de todas ellas.
domingo, 10 de enero de 2010
LAS RUNAS CELTAS Y SU INTERPRETACIÓN
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Las runas celtas y su Interpretación
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